Diferencias entre estrés y distrés en el trabajo

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17 May, 2023

El estrés laboral es un problema creciente que afecta a un gran número de trabajadores en todo el mundo. Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), el 59 % de los trabajadores españoles sufre estrés en el trabajo

Sin duda, es un problema preocupante, pero para entenderlo en profundidad es necesario conocer la diferencia entre estrés y distrés. Dos términos que nos ayudarán a entender por qué sentimos estrés y cómo evitar sus efectos negativos en el trabajo. 

Estrés y distrés: ¿en qué se diferencian?

El estrés y el distrés son dos términos que a menudo se utilizan de manera intercambiable, pero en realidad se refieren a conceptos distintos. El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante una situación desafiante, mientras que el distrés es una respuesta negativa y perjudicial del cuerpo ante situaciones que sobrepasan nuestra capacidad de adaptación. En este sentido, conocer las diferencias entre ambos términos puede ser útil para identificar y manejar adecuadamente nuestras emociones en situaciones estresantes.

Estrés en el trabajo

El estrés es una herramienta de nuestro cuerpo para reaccionar a situaciones peligrosas o desafiantes. Puede manifestarse en forma de tensión muscular, aumento de la frecuencia cardiaca o problemas de concentración

Puede ser útil en circunstancias como, por ejemplo, cuando necesitamos superar un obstáculo o desarrollar mejor y más rápido nuestras tareas. En esos casos, el estrés “positivo” o “adaptativo” se conoce como eustrés.

Sin embargo, según un estudio de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, España se encuentra por encima de la media de estrés laboral, ya que un 22 % de trabajadores sufren niveles elevados de estrés. 

Distress en el trabajo

El distrés o distress es un tipo de estrés negativo, que resulta perjudicial para la salud tanto física como mental. Se produce cuando el estrés se vuelve crónico o cuando una situación desencadena una respuesta emocional intensa y desproporcionada, como la ansiedad, la tristeza o el miedo. 

Puede tener efectos a largo plazo en la salud y el bienestar de la persona, afectando negativamente a su calidad de vida y su desempeño laboral. 

Es un problema grave, ya que, según un informe del Instituto de Seguridad y Bienestar Laboral (ISBL), el 26 % de los trabajadores españoles sufre distress emocional debido a su trabajo. 

Tipos de estrés y distrés en el trabajo

Tanto estrés como distress pueden presentarse en el entorno laboral de diferentes formas y por causas distintas. En función de ello, podemos distinguir varios tipos, que se deben abordar de manera concreta para promover un entorno laboral saludable y productivo. 

  • Agudo. Tiene una duración corta y está relacionado con situaciones puntuales, como una fecha límite ajustada, un proyecto importante o una presentación. Puede ser beneficioso porque puede impulsar la concentración y la energía para afrontar el desafío.
    • Crónico. Cuando el estrés laboral agudo no se resuelve o se repite constantemente, puede cronificarse. Entonces, puede tener efectos negativos a largo plazo en la salud física y mental de los trabajadores: enfermedades cardiovasculares, trastornos del sueño, ansiedad y depresión.
  • Emocional. Puede ser causado por el acoso laboral, la discriminación, la falta de apoyo o la inseguridad laboral. Puede manifestarse como ansiedad, irritabilidad, tristeza o apatía, afectando la capacidad para desarrollar el trabajo. 
  • Traumático. Es el menos común. Se deriva de eventos traumáticos o extremadamente estresantes en el trabajo, como accidentes o violencia laboral. Puede tener efectos a largo plazo en la salud mental del trabajador, como el desarrollo de trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Cómo evitar el estrés y el distress en el trabajo

Prevenir estos problemas y aprender a gestionarlos es esencial para garantizar la salud y el bienestar de los trabajadores. También es importante para mantener un entorno laboral productivo y agradable. Estas son algunas estrategias para lograrlo:

  • Fomentar un entorno laboral positivo

Establecer una cultura empresarial de respeto, apoyo y comunicación abierta puede ser clave para prevenir los efectos negativos de estas reacciones. 

  • Establecer límites y priorizar tareas

Aprender a decir «no» y a establecer límites en el trabajo puede ayudar a evitar el estrés laboral. Además, priorizar tareas y organizar el tiempo de manera eficiente contribuye a reducir la presión laboral.

  • Promover el autocuidado

Fomentar hábitos saludables, como el ejercicio regular, una dieta equilibrada y buenas rutinas de sueño para ayudar a los trabajadores a manejar mejor el estrés. 

  • Capacitar a los empleados

Entrenar a los trabajadores para que tengan las habilidades que necesitan para gestionar su estrés es clave. Para ello, los talleres de resolución de conflictos pueden ser muy útiles. 

  • Fomentar la comunicación y el apoyo entre compañeros

Crear un ambiente de equipo donde los trabajadores sientan que pueden compartir sus preocupaciones y experiencias para encontrar apoyo reduce el estrés laboral. 

  • Establecer políticas de conciliación

Implementar políticas de equilibrio, como horarios flexibles, teletrabajo o permisos familiares, mejora la satisfacción y reduce el distrés de los trabajadores. 

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Por lo tanto, es importante recordar que el estrés y el distrés son aspectos que nos acompañan en la vida laboral, pero también son tratables y manejables. Como hemos visto, el estrés puede ser beneficioso en pequeñas dosis, pero si se vuelve crónico, puede tener consecuencias negativas tanto para el bienestar individual como para la productividad de la empresa. 

Al tomar medidas para reducir tanto el estrés como el distrés en el lugar de trabajo, las empresas pueden mejorar el bienestar de sus empleados, aumentar la productividad y mejorar su reputación en la comunidad empresarial.

 

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